Esta técnica de suplantación de identidad conocida como spoofing (en inglés, falsificar), se utiliza para engañar a los destinatarios de un mensaje y hacerse pasar por otra persona o entidad. Cada día se envían miles de correos electrónicos fraudulentos, muchos de ellos son interceptados por los filtros antispam, pero algunos logran llegar a las bandejas de entrada de los usuarios.
Para identificar este tipo de ataques, existen varios elementos en los que podemos enfocarnos, y uno de los más recomendables es verificar el remitente del correo.
No obstante, esta medida ya no es suficiente, porque cada vez es más habitual que el correo del remitente haya sido suplantado mediante técnicas de spoofing.