A pesar de que en las últimas décadas se ha avanzado de manera notable en el reconocimiento formal de la importancia de aplicar políticas públicas para promover la igualdad y la justicia de género, todavía queda mucho camino por recorrer antes de conseguir la igualdad real tal y como podemos constatar en las fuentes oficiales de la Administración Pública que realizan una ardua labor para recoger información al respecto desde diferentes campos sociales (empleo, educación, sanidad, etc.)