En una algocracia, existe una interfaz humano-máquina que debe permitir a los seres humanos interactuar con los algoritmos y sistemas de IA para participar en el proceso de toma de decisiones. Esta interfaz puede permitir a los individuos expresar sus preferencias y valores, así como proporcionar información y datos relevantes para la gestión eficaz de los datos que avalarán la toma de decisiones futuras.